SANTO DOMINGO. El Pabellón de la Fama del Deporte Dominicano anunció este día la elección del profesor Rolando Miranda para ser elevado a la inmortalidad.
Miranda será exaltado en el Ceremonial del domingo 15 de noviembre de este año, que tendrá lugar en el auditórium principal deL Pabellón de la Fama, ubicado en el Centro Olímpico Juan Pablo Duarte.
La escogencia viene a coronar en Miranda una dilatada carrera como atleta al más alto nivel en varios deportes, con una dilatada y sobresaliente carrera como profesor de educación física, entrenador y dirigente deportivo.
Dionisio Guzmán, presidente del Pabellón de la Fama del Deporte Dominicano, indicó que Miranda es uno de dos deportistas que este año serán inmortalizados como propulsores.
Indicó que su elección fue hecha por los miembros del Comité Permanente, que junto a Guzmán, completan Rafael Damirón, Atilio De Frías, Rubén Luis Andújar, José Pío Santana, José Rodríguez Conde, Luis Ramón Cordero, Magnolia Concepción, Niurca Herrera, Marcos Jiménez y Héctor Lizardo Jorge.
Miranda es uno de cuatro deportistas que ya han sido elegidos para ser inmortalizados este año. Se une a Mendy López, en béisbol profesional dominicano; Víctor Chacón, en baloncesto y el también propulsor, empresario José León Asensio.
Como parte de su capacidad atlética, Ángel Rolando Miranda Pérez jugó voleibol, béisbol y atletismo al más alto nivel de competencia. El nuevo exaltado nació en La Vega, donde comenzó a mostrar sus grandes condiciones de atleta juvenil en 1950.
En atletismo compitió en 200 metros planos, prueba en la que representó a su país en los Juegos Centroamericanos y del Caribe de México ’54, tras ganar este mismo año las eliminatoria regional celebrada en Santiago, y posteriormente lograr la clasificación en el campeonato nacional, al conseguir el segundo lugar.
Un año después fue determinante para que la selección vegana se coronara campeona nacional de voleibol, tras dominar también la eliminatoria de la región del Cibao.
Mientras se desempeñaba como atleta, Miranda se interesó por la enseñanza y en 1956 ingresó a la Escuela Nacional de Educación Física, graduándose posteriormente de profesor para poner sus conocimientos al servicio del país hasta los años recientes.