La libertad de expresión es uno de los derechos que se ejercen a plenitud en el país gracias a la madurez democrática que se ha ido construyendo con el paso de los años y el fortalecimiento institucional.
Ese derecho pertenece a todos los ciudadanos con posibilidad de ejercerlo en su esfera personal (incluyendo las redes sociales) o a través de los medios de comunicación de masas.
También hay que decir que no todos los que ejercen el derecho a la libertad de expresión lo hacen desde el periodismo.
Los medios de comunicación y las redes sociales han estado, están y estarán llenos de personas que sin ser periodistas le dan uso para fines no periodísticos.
Al ciudadano se le recomienda saber distinguir cuando está frente a un contenido periodístico o si es de cualquier otro tipo.
Los tribunales han sido el escenario escogido por algunos para dirimir este conflicto.
Los sometimientos a la justicia por las acusaciones por difamación, injuria y hasta chantaje no colinda con la libertad de expresión, pero llama a estar atentos para evitar que se crucen líneas.
Hay que cuidarse de que los excesos de algunos desaprensivos no desmeriten el ejercicio del derecho a la libertad de expresión ni generen una oleada legislativa que transgreda esa gran conquista.